"El dolor está en nuestra vida cotidiana, en el sufrimiento escondido, en las renuncias que hacemos, y culpamos al amor por la derrota de nuestros sueños". Paulo coelho.yo diría ... "y culpamos a DIOS por nuestras derrotas” o a la vida tal vez? pero la verdad, es que nosotros en algún punto de nuestro caminar en este plano en el que habitamos, tuvimos una voz interna que nos advierte sobre el que hacer, o no, a la hora de tomar decisiones.
Si señores así es, a mí me paso a lo largo de mi vivir y no
solo en el área amorosa, si no en todas las áreas de mi vida. Como ya saben yo crecí
rodeada de mucha gente, era la negrita adoptada, crecí en medio del bullicio
desde las 7 am hasta prácticamente el amanecer del otro día, ya que era un
iglesia y yo vivía en la casa pastoral; conocí personas racistas y aprendí a
leer miradas discriminatorias y mal intencionadas, también a huir de ellas y a
enfrentarlas desde muy niña, pero no crean que fue de la noche a la mañana, NO!
fue depositando mi pequeña e inocente confianza en ellos, acercándome para
conocerles, muchos de ellos ya eran personas de 30 años y más, quienes proferían
palabras venenosas en contra de mi piel o mi situación de abandono o
simplemente por ser mujer negra, la gran mayoría, manejaba una doble moral así
que delante de mi familia no se atrevían menospreciarme, así que muchas veces se me acercaban con el
pretexto de consentirme, pero me susurraban cosas terribles como -negra
cochina, india tenía que ser, y la gorda de su mama dónde está? - debo aclarar que tenía entre 8 y 9 años
cuando empecé a identificar la intención de estos acercamientos, yo les miraba
asombrada me paralizaban sus palabras ya que sus caricias pasaban de ser agradables,
a ser en milésimas de segundos bruscos toques y jalonazos en mis ropas.
parecían personas tan agradables, y eran de absoluta confianza de mi círculo
familiar y así empecé a sufrir de desamor. Nunca fui de hermosas palabras siempre he hablado
"bruscamente" sincera lo más posible, así que aprendí a no dar quejas ya que obviamente
no me iban a creer, que por ejemplo la señora que enseñaba bellas historias
sobre DIOS era quien me maltrataba con sutileza y con sus enormes uñas rojas
dejaba marcas de menosprecio en mi humanidad de niña, o que la maestra de las
clases de los domingos me apartaba de los niños
blancos con ojitos azules hijos
de líderes cercanos a mis abuelos adoptivos por no se cual razón.
Si, nunca más conté tantas cosas que solo yo vivía, ya que
era muy difícil que alguien entendiera y creyera en mis vivencias, así que lo
guardaba en el fondo de mi corazón. no pretendo victimizarme, no es esa mi intención,
soy la persona más convencida de que el desamor, es una tremenda arma que no
conoce de edades, géneros, ni clase sociales, habita en la mayoría de
nosotros, a el desamor le gusta
disfrazarse de muchas formas para así fracturarte y descomponer el propósito
real por el cual existimos, y distraernos del enfoque por el cual luchamos día a día; a este desamor le gusta
empalagarse entrando en tu familia,
amigos, vecinos, y doblegar tu sano corazón no es solamente un estado civil, o
una decepción amorosa, este señor se presenta de manera suave, sutilmente pero
te ataca con una fuerza descomunal de tal forma que físicamente duele hasta los
huesos sentirás que tus fuerzas físicas desvanecen y no te puedes mover, no
razonas, no evitas, solo DUELE. Esta situación dependiendo del protagonista va
formando nuestro carácter lo cual en la adolescencia es MORTAL e
inevitablemente evidente. es por eso que existe un arma la cual habita en todo
ser humano se llama AMOR, amor a la música, amor a tus talentos, amor a lo que
sea que te haga más fuerte, por eso entendí aquella frase que dice: " DIOS
ES EL AMOR" EL es la contra más efectiva para el desamor y apenas ahora lo
empiezo a entender a profundidad.
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